El Festival Internacional de Cine de Zagora nació de un profundo deseo de crear un espacio genuino para el intercambio cultural, que permitiera a los cineastas de todo el mundo sumergirse en las culturas sahariana y amazigh, una cultura viva y multidimensional que abarca el cine, la música, las artes de la vida cotidiana, la cocina local, el espíritu comunitario, la naturaleza y los valores de la generosidad y la hospitalidad.
Llegar a Zagora es una experiencia única para directores e invitados, donde el encuentro va más allá de las proyecciones de películas e incluye una interacción humana y cultural directa con el lugar y su gente, en un contexto que respeta las tradiciones locales y celebra la diversidad.
El festival cubre el alojamiento, las comidas y el transporte local dentro de Zagora para todos los participantes, lo que garantiza que los cineastas puedan sumergirse por completo en la experiencia cultural y cinematográfica sin problemas logísticos».
Durante el festival, se organizan excursiones diarias para explorar los monumentos históricos y culturales de la región, como Tamegroute, la kasba de Amezrou y la histórica Biblioteca Coránica, para que los visitantes comprendan mejor el rico contexto cultural que encarna la ciudad.
El festival consta de dos secciones oficiales:
Competencia de documentales
Competición de cortometrajes (máximo 15 minutos)
Se designa un jurado independiente para cada categoría, compuesto por figuras cinematográficas y culturales, que garantiza una evaluación justa y especializada para cada tipo de película.
Las proyecciones tienen lugar en el centro cultural de Zagora, además de las proyecciones al aire libre en el desierto en una gran pantalla especialmente preparada. Esta experiencia visual y humana única combina el cine con el entorno desértico, ofreciendo tanto al público como a los invitados un momento excepcional de visualización de películas más allá de las salas tradicionales.
En Zagora, el cine se convierte en un verdadero puente para el diálogo, un espacio donde la creatividad contemporánea se encuentra con el patrimonio vivo y donde las imágenes se conectan con las personas y los lugares. Participar en este festival no es solo un hito profesional, sino una experiencia cultural y estética completa que deja un impacto duradero en la memoria y la imaginación, dando a las películas una dimensión humana que trasciende la pantalla.
El festival invita a todos los cineastas y cineastas a embarcarse en esta aventura artística en el corazón del desierto, donde las historias nacen del silencio y el cine se cuenta a través del lenguaje de la tierra, la luz y la presencia humana.
